Como viene siendo parte ya habitual para el Área de Prevención y Salud Laboral de extender los Plenos del Comité de Seguridad y Salud a la Inspección de Trabajo, fuimos convocados para tratar una batería de temas que la empresa enquista e intenta sortear para no dar una solución definitiva y real.

En primer lugar, se trató la denuncia por el uso de mascarillas en el puesto de trabajo. La empresa, en un alarde de generosidad extrema, nos bendijo con la posibilidad de utilizar las mascarillas para nuestra tranquilidad y sosiego. Tras darse cuenta de que nosotros, simples mortales, al usarlas de manera indiscriminada poníamos en peligro nuestra integridad física que tan ciegamente habíamos querido preservar con algo, que creíamos que era una EPI pero que en realidad era la mayor desgracia que nos puede ocurrir ya que podríamos tener reacciones alérgicas y agravar problemas asmáticos, en su inmensa misericordia nos la arrebató para que no sufriéramos más de lo necesario. Y esta fue la fábula que contó la empresa ante la inspectora, que conminó a la empresa y a los Delegados a que estudiemos todas las mediciones realizadas, para dictaminar si la mascarilla es un EPI o no.  Y si es necesario realizar otras para llegar a dicha conclusión. Quedo claro que el incumplimiento por parte de la empresa en la retirada, se saltaba los plazos mínimos de diálogo, debido a que la decisión debió salir fuera de esta Área de Prevención “independiente”.

                La empresa se empeñó mucho en que quedase reseñado que la utilización de un EPI que no está contemplado puede conllevar una sanción. A lo que desde esta sección Sindical se le recordó que, del mismo modo, si se llega a considerar EPI a la mascarilla, la utilización de la misma con barba, signos de alergia o problemas respiratorios está contraindicada. O sea, que todo trabajador con dichas características no podrá permanecer en su puesto de trabajo.

                En segundo lugar, se trató la denuncia sobre el estado de la estación de Hospital del Henares. Reconociendo la inspectora que no había llegado a leer en su totalidad todo el informe debido a la entrega de un contenido que queríamos fuera lo más actualizado posible, y que le remitimos desde Solidaridad Obrera. Lo que había visto le generaba la incertidumbre suficiente como para girar una visita conjunta a dicha estación. La empresa lo esperaba, claro está, son conscientes de lo que tenemos entre manos. Lo que no esperaba es que la visita tendría lugar el lunes día 10 de junio, 4 días después; tras mil escusas y pataletas no les quedó otra que aceptar.

                En la denuncia por el estado de las bóvedas de Duque de Pastrana y Conde de Casal, la Inspectora obligó a la empresa a entregarnos el informe que, en primer lugar, nos prometió, y posteriormente nos negó en varias ocasiones. Les recordamos que ese informe es una obligación ya que emana de una Diligencia de la misma Inspectora y con él, queremos cerciorarnos de que la empresa es consciente del deplorable estado en el que se encuentran las bóvedas de las estaciones y el riesgo grave que acarrean en tema de exposición. Al relatar el estado de las bóvedas ante la inspectora, El Coordinador de Gestión Preventivo Laboral tuvo un arranque de vergüenza torera y nos convocó a una visita a dicha estación (otra más), de la cual ya ha cambiado la hora de asistencia de ayer a hoy, veremos si se realiza.

                El tema de la sección de Bogies parece que se enquista. La Inspección da un plazo de 15 días para la entrega de un informe que llevamos solicitando hace tiempo. En ese informe debe aparecer las medidas tomadas y las que se van a tomar a futuro, marcando una fecha de cumplimiento. Desde aquí vaticinamos que la fecha será de 18 a 24 meses ya que el plazo lo va a marcar la empresa. Ese informe merecerá otra visita a la Inspección.

                Por último, llegamos a la denuncia de los impresos de solicitud de vigilancia por exposición a MCA. En dicho impreso la empresa eliminaba el recuadro de los lugares donde se trabaja (algo que se debe tener en cuenta). Además descarta la entrega del impreso para los trabajadores activos, por considerar Andén Central como un canal suficiente de difusión, y negándose a publicar por circular que es el medio principal. La empresa no quiere atender esta mejora, que recoge información de manera más completa para los trabajadores en activo y jubilados o despedidos. La resolución de la Inspectora pasa por repetir todo el proceso desde el principio, presentación de propuesta ante el Comité y negativa razonada de la empresa. Consecuentemente volveremos a presentar otra denuncia ante la Inspección por ocultamiento de información.

                Desde Solidaridad Obrera sólo decir que, si la dinámica va a ser la de trabajar todos en el despacho de la inspección de trabajo, así será, ya que a la vista queda en todos estos encuentros que la razón se la dan a los trabajadores. Teniendo la empresa que entonar constantemente el mea culpa, mostrando una imagen deplorable, deja en evidencia lo bien que trabajan bajo esta batuta, y aun así, no hay ceses.

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