Al realizar la digitalización de la revista Mujeres libertarias, nos hemos encontrado con el presente artículo que Nacho, el llorado compañero que da nombre a nuestro Ateneo Libertario virtual, envió en su día a la revista Camina o revienta de la Plataforma Sindical de la EMT de Madrid.

Nacho, que durante un período fue «Secretario» de Mujeres Libertarias, glosa así la figura de María Bruguera:

Estimados compañeros de CAMINA O REVIENTA:

Contestando a vuestro requerimiento de figuras sobresalientes en el marco de la lucha obrera, si bien de escasa relevancia pública, os envío un recuerdo de una compañera de CGT a quién traté durante sus últi­mos años de vida y de la que todos los que la conocimos guardamos admi­ración y respeto.

MARÍA BRUGUERA. LA MORAL INQUEBRANTABLE

Nace María en 1.913 en Jerez de los Caballeros y en el seno de una familia de anarquistas convencidos. Participa en la constitución de las Juventudes Libertarias de la zona y en la CNT, que, a finales de los 20 organiza ya a la mayoría de obreros y campesinos de la comarca. Los trabajadores de la época gustan de las veladas literarias y acuden a ver obras de teatro social. María trabaja también en un colectivo teatral formado por el grupo de mujeres «Ni dios, ni amo».

La Guerra Civil la marcará para siempre. Casi ante sus ojos, la guardia civil asesina a su madre y a su compañero y su hijo de pocos meses le será arrebatado. María es arrojada a la prisión y, poco des­pués, su hermano, también capturado, la seguirá. La tragedia continúa cuando su padre, que ignora los hechos y está peleando en el frente, se entrega acabada la lucha, pidiendo contactar con su familia; será ejecutado en 1.940.

Durante 8 años y 1 mes María recorre las prisiones de Badajoz, Salamanca, Santander y Madrid. En ellas pierde su salud pero no su valor militante, al igual que muchas compañeras que comparten allí su infortunio. Por fin liberada trata de rehacer su vida en Madrid, uniéndose a un nuevo compañero y logrando recuperar a su hijo. Pero no está derrotada y trabaja en la clandestina y quebrantada CNT de Madrid hasta que es totalmente desorganizada por la represión hacia 1.960.

A la muerte de su compañero en 1.976, María se integra en el reconstruído Sindicato de Sanidad y trabaja a la vez por la creación de un grupo de mujeres que dará lugar al colectivo «Mujeres Libertarias».

La ilusión de María por la difusión de las ideas libertarias y por el mantenimiento del grupo y la revista del mismo nombre prevalece ante su desencanto ante lo que considera escasa dedicación de las jóvenes integrantes de Mujeres Libertarias y apatía generalizada entre la juventud. De tal manera es el alma y motor del grupo que éste, a su muerte en diciembre de 1.992, se desvanece. Sin embargo, todos los que conoci­mos la incansable actividad de su cuerpo quebrantado y el optimismo que trataba de contagiarnos guardaremos por siempre su recuerdo admirable.

Nacho Cabañas Magán

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