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DEMOS UNA OPORTUNIDAD A LA SOLIDARIDAD OBRERA

Errare humanum est, sed perseverare diabolicum”

(Errar es humano, persistir en el error es diabólico)

Cuatro años después [abril de 2011], una nueva cita electoral nos convoca a los trabajadores para elegir a los sindicatos que nos representarán ante la Empresa. Cuatro años de descomposición de las condiciones de trabajo. Cuatro años de pérdida continuada de poder adquisitivo de las rentas del trabajo (salarios). Cuatro años continuados de precarización laboral. Cuatro años de continuos escándalos de corrupción política en los que incluso se han visto implicados algunos “sindicalistas” de las dos principales centrales sindicales (POSE-PP, perdón CCOO-UGT). Cuatro años perdidos para la clase trabajadora. Este es el balance real de este periodo inter electoral.

El cansancio, el aburrimiento, el asco incluso, provocado por este patético panorama socio-laboral ha servido de abono para la proliferación de formaciones políticas y sindicales que intentarán medrar al socaire de la decepción y la repulsa instintiva a la corrupción de los trabajadores. Si en lo político PODEMOS asistir en nuestro país a la eclosión de nuevas-viejas ofertas partidistas, en lo sindical tenemos también viejas-nuevas ofertas de elección: desde una “renacida” CNT defensora de la abstención activa hasta la “renovada” oferta personalista del profesional de la liberación, pasando por la agrupación de los diferentes descartes críticos de otras formaciones en las siglas Co.bas y la desaparición de algún rancio nombre de evocación nacional-falangista.

Pero si en lo político es incierto el resultado de este año preñado de citas electorales, en lo sindical no albergamos demasiadas esperanzas en volcar el resultado de 2011. La presencia fetichista en el imaginario colectivo de la clase trabajadora de CC.OO y UGT, gracias a la propaganda institucional y a la continua apelación a un pasado tan pretendidamente mítico como realmente decepcionante para la clase obrera de este país, y la monopolización de la categoría más influyente de Metro de Madrid –electoralmente hablando- por un sindicato “no político” (¿qué es entonces, cultural, deportivo, religioso,…?) permiten poco margen para el optimismo.

En estos cuatro años hemos asistido también al robo de nuestro salario con el incumplimiento patronal de las cláusulas de revisión y subida salarial del convenio 2009-2012. Tan solo Solidaridad Obrera porfió por la movilización y la acción sindical contra este expolio de nuestro salario. Propuestas de movilizaciones, paros y otras acciones defensivas fueron desactivadas una y otra vez por las fuerzas sindicales afines a la empresa; unas por “no ser políticas” y otras porque sus ejecutivas de más alto rango (regionales y nacionales) así se lo imponían. Recientemente hemos recibido la respuesta judicial a las denuncias que nos contaron que “teníamos ganadas” respecto a este asunto con el resultado que cabía esperar: a favor de la empresa.

Errar es humano” decían los antiguos latinos. Porfiar en el error es también de humanos, pero de humanos ignorantes. Cuando los trabajadores vemos una y otra vez como nuestros representantes, políticos o sindicales, traicionan las promesas, los programas y las ideas que decían defender, solo nos queda abandonar a esta casta de parásitos sociales y poner en práctica aquel principio que nos legaron los padres del movimiento obrero internacional: la solidaridad obrera.

Ante el ruido mediático que atruena nuestra sociedad, en estos momentos de emergencia social en los que diferentes grupos de las castas y élites sociales pugnan por controlar las fuentes de generación de riqueza, a los trabajadores solo nos queda reconocernos unos a otros como iguales, auto organizarnos en sindicatos de lucha y poner en práctica la Solidaridad Obrera.