MÁXIMA DIFUSIÓN – DESCARGATE EL CARTEL PINCHANDO EN LA IMAGEN Y PÉGALO EN LOS TAJOS

Hoy estamos aquí para mostrar nuestra solidaridad con todos los compañeros que están luchando en desigual batalla para mantener sus puestos de trabajo y los de sus iguales. Los trabajadores de HP, AtoS y otras empresas del sector luchan hoy contra los avariciosos intereses de sus empresarios, que aún teniendo enormes beneficios, están realizando un goteo incesante de despidos amparándose en que este año no van a tener los espléndidos beneficios de años anteriores. HP ha anunciado recientemente 27.000 nuevos despidos a nivel mundial de los cuales de 1000 a 1500 serán solo en el estado español y que vienen a sumarse a los ya realizados, desde que comenzara la crisis, en los centros que la multinacional tiene en Zaragoza y Barcelona. En AtoS llevan 50 meses consecutivos con goteo de despidos que tiene a la plantilla coaccionada y sumisa a los jefes intermedios.

También estamos aquí para denunciar que los casos de HP y AtoS no son una excepción, sino que es la norma general. Las grandes empresas, multinacionales o españolas, utilizan las múltiples herramientas con que se les ha dotado en las reformas laborales aprobadas por PSOE y PP para aumentar beneficios empresariales disminuyendo costes laborales. Los recientes EREs bajo la nueva reforma laboral, aplicadas en Capgemini e Ibermática son ejemplos de eso.

La subcontratación es otro problema generalizado y que atañe no solo a empresas del sector privado sino también a las administraciones públicas. Ministerios, ayuntamientos, comunidades autónomas y diputaciones subcontratan servicios, que deberían ser atendidos por personal laboral o funcionarial público, a grandes consultoras como Indra, AtoS, etc. Estas empresas no dudan en subcontratar, nuevamente, las veces que haga falta. De este modo, mediante a una red de empresas de consultoría intermediarias, las administraciones públicas gastan partidas desproporcionadas en proyectos cuyos trabajadores subcontratados a duras penas llegan a ser mileuristas.

Mediante la imposición de horas extra, pocas veces voluntarias y raramente pagadas, se ahorran miles de puestos de trabajo que podrían estar ocupados por una fracción de estos cinco millones de compañeros, vecinos y amigos que están en la calle engordando las listas del paro. Estas empresas que se llenan la boca en las reuniones de la patronal con “arrimar el hombro” o “remar juntos porque estamos en el mismo barco” defraudan, con estas horas extra no pagadas, millones de euros en cotizaciones a la seguridad social.

Los estudiantes que ahora se abren paso en el mercado laboral sufrirán contratos precarios a pesar de ser un sector especializado y técnico. Contratos por obra en clarísimo fraude de ley, cualificaciones profesionales inferiores a los trabajos que realizarán para así ahorrar aún más en los salarios y un largo etcétera de triquiñuelas. Los informáticos hace mucho que dejamos de ser trabajadores valorados en este país. Ahora somos otro sector más, explotado en nombre del capitalismo y de la producción barata en un país donde no se valora el conocimiento, la investigación y el desarrollo, la calidad del producto realizado sino el hacer caja, cuanto antes mejor, y después de machacar a los trabajadores volar a otro objetivo cuando ya no quede nada que rascar.

Ya está bien. Por todo esto estamos aquí; defendiendo nuestros derechos, nuestro futuro y el de los que vengan detrás nuestro; luchando por nuestros compañeros presentes y futuros.

Viva la lucha de la clase trabajadora
Las personas que trabajamos en informática merecemos respeto
y ya es hora de luchar por ganárselo.

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