Repasar lo ocurrido en los últimos años parece una tarea obvia a la hora de decidir qué hacer el 12 de abril en las elecciones sindicales. Sin embargo, lo lógico ha dejado de serlo para, en muchos casos, pasar a ser directamente revolucionario.

Decimos esto porque muchas compañeras y compañeros de trabajo no reflexionan y hacen el siguiente silogismo: estoy afiliado a tal sindicato, hay elecciones sindicales por lo tanto, voto a este mismo sindicato. Sin cuestionarse, en ningún momento, ni el porqué de esa afiliación o el porqué de ese voto. Ha habido incluso quien nos ha preguntado “yo estoy afiliado en CCOO ¿puedo votar a Solidaridad Obrera en las elecciones sindicales?” pero no como si hablásemos de un problema de conciencia o ético, sino como si se tratase de un problema legal. Cualquier día prohíben pensar y alcanzar conclusiones propias y no habrá graves problemas porque ya hemos empezado a dejar de hacerlo habitualmente.

Estos días veremos a los muertos vivientes volver a los puestos de trabajo, no a prestar servicio, no; sólo a darnos la paliza de que “son imprescindibles”, o que son “el cambio”, o que sin ellos no rueda el mundo. Pero todo lo que digan no resiste prueba alguna.

A unos (CCOO-UGT), se les puede preguntar el motivo por el que han firmado que trabajemos más (hasta los 67 años) y que cobremos menos (un 20 % de la cuantía de la pensión) tal como reclamaba el presidente de la CEOE e incluso Aznar. También se les puede preguntar (a ellos y a los del SLMS y SCMM) por qué han firmado la subida de la “cuota obrera”, el 1% de nuestros salarios para toda nuestra vida laboral a cambio de nada o a cambio de qué.

¿Por qué no hacemos que se nos respete la subida salarial pactada para este año 2011 en el convenio vigente? Es otra buena pregunta para los de CCOO, SCMM y SLMS que dicen: ¡No es tiempo de movilizaciones!. Si un sindicato afirma eso, en la actual situación, que no es precisamente boyante, debería de mirarse los principios en los que se fundamenta, pues parece que fallan de raíz.

 

Creemos que hace falta un pequeño balance antes del 12 de abril. Los próximos cuatro años dependerán de ello y las previsiones no son de bonanza precisamente.

UNA CAMPAÑA SENCILLA

La campaña de Solidaridad Obrera para estas elecciones sindicales es sencilla. En primer lugar repartimos nuestro periódico Contramarcha 52 (repartido en septiembre del pasado año), en el que dimos cuenta de lo acontecido en la lucha ejemplar llevada a cabo en junio y julio contra la agresión al convenio colectivo. Creemos que ha sido la lucha más importante llevada a cabo en los últimos años y por ello ha sido bueno revivirla en esta campaña, para que todos tengamos la capacidad de valorar lo ocurrido y obrar en consecuencia.

Después repartimos la revista de Solidaridad Obrera El Solidario número 16, en la que el artículo principal es el repaso a nuestra actividad sindical y social en los veinte años de nuestra existencia.

Por último llega a los puestos de trabajo este Contramarcha, nº 55; en el que dedicamos una parte explícitamente a las elecciones sindicales con escritos de las compañeras y compañeros que forman parte de las candidaturas y manteniendo también algunas de nuestras habituales secciones.

Todo ello, acompañado de los carteles y pegatinas con la foto de grupo que nos identifica. No prometemos nada, ni siquiera ser “representantes” de nadie, sólo hacemos gala de nuestra herramienta más preciada: el anarcosindicalismo, la acción directa, la toma de decisiones colectiva en asamblea, la ideología, la difusión de la información, la participación….

Tú decides, ¡nadie lo debe hacer por ti!.