SOLIDARIDAD OBRERA, SÍ DEFIENDE A LOS TRABAJADORES
REQUERIMIENTO DE LA INSPECCIÓN DE TRABAJO

La razón solo tiene un camino, y suele estar marcado por las leyes en materia de prevención. Ante la manía que tiene esta empresa de meterse en problemas, por no reconocer que se ha equivocado, está Solidaridad Obrera para hacerla entrar en razón.
Todos sabemos el dicho del tonto y la linde, pues en Metro de Madrid, se sigue a pies juntillas. Y así, sin mesura, ni conocimiento, tras comprobar que no había abrigos para tod@s, tomaron dos decisiones, a cuál más ilegal. La primera usar las vacaciones de l@s nuev@s trabajadores, para ganar 3 días de plazo, para suministrarles los abrigos. La segunda, mandar al resto, a trabajar, en invierno, y en algunos casos de noche, sin prenda alguna de abrigo.
Solidaridad Obrera, en solitario (como casi siempre), antes de que nadie se viera expuest@ a ningún riesgo, indicó a Metro de Madrid S.A. que, en base a la legislación vigente en materia de prevención de riesgos, debía gestionar el problema sin poner en riesgo a sus trabajadores. Incluso les indicamos lugares y tareas que serían perfectamente validas, de manera cautelar. Metro, en su línea, no supo reaccionar, y cargó sus culpas en las espaldas de l@s nuev@s agentes.
Como no podía ser de otra manera, se denunció este flagrante atentado contra la salud de los trabajadores, contra sus condiciones de trabajo y contra los derechos de la clase obrera.
Y, hoy, la empresa nos ha comunicado una pequeña parte del requerimiento, en la que se indica:
“[…], En base a lo establecido en el artículo 43 de la LPRL, se requiere:
Adoptar medidas de gestión respecto de la compra de la ropa de trabajo, no pudiéndose dar a los
trabajadores la opción de utilizar su propia ropa o de utilizar su periodo de vacaciones.
Metro de Madrid deberá adoptar, en caso similar, medidas preventivas para evitar que el
trabajador esté expuesto a riesgo de temperaturas sin tener la ropa de trabajo adecuada, no
pudiendo en ningún caso, recaer las medidas preventivas a adoptar sobre el propio trabajador (sus
vacaciones o utilizar su propia ropa).
Plazo de cumplimiento inmediato y continuo […]”.
A aquell@s que nos dijeron que habíamos hecho mal, que las cosas se solucionan hablando, que no había otro remedio, que “a mí no me importa llevar mi abrigo” y tantas otras bobadas, solo tenemos una respuesta:
LA SALUD NO SE NEGOCIA ¡¡SE DEFIENDE!!

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