GRUPO DE TRABAJO DE AMIANTO 20/12/22
Sin avances en la inclusión de personal en Vigilancia Sanitaria Especifica por Amianto, pues Metro sigue enrocado en unas opiniones poco científicas, pero muy convenientes. Pese a las obras, pese a los desamiantados sobre nuestro personal, siguen asegurando que el personal de estaciones no ha estado expuesto. En este caso, la verdad aparecerá en los pulmones de la clase obrera, pero nunca en las mentes de los patronos.
Tras la sospecha emitida por un trabajador de Talleres Centrales, se comprobó que la arandela que encontró tenia amianto. Como esta pieza había pasado por el proceso de desamiantado, Metro aseguró haber tenido una reunión “muy seria” con la empresa dMol, en donde les informaron de que iban a recibir una sanción. Nos alegramos (y mucho) de que la formación haya evitado una exposición a fibras de amianto, y que esta empresa se mueva para defender la salud de sus trabajadores y trabajadoras.
Las actuaciones de Solidaridad Obrera, para localizar las piezas canibalizadas ilegalmente por nuestra “querida” empresa, haciendo de brazo ejecutor el cortijo de Ciclo Corto, parece que van por buen camino. Esta empresa no solo nos niega cualquier información sobre fechas de retirada, trabajos y/o ubicaciones actuales de las piezas canibalizadas, si no que intenta prohibir el acceso del Delegado de Prevención a las ubicaciones valladas. El rastro no es fresco, pero lo tenemos, y lo vamos a seguir, le pese a quien le pese.
Una vez realizadas 288 muestras en cabinas de los trenes 2.000 y 5.000, tanto en el interior, como en entradas y salidas de aire, bajo el pupitre, en el cuadro de baja tensión (CBT), etc. Y, habiendo salido todas negativas (en amianto), volvemos a la casilla de salida, sin saber de donde salió la amosita, sin sospechosos, sin soluciones.


GRUPO DE TRABAJO DE HUMOS DIÉSEL 20/12/22
Con la inasistencia del departamento de Obras (o su asistencia sin información, que es lo mismo), no se pudo avanzar en la configuración y uso del vestuario de Vehículos Auxiliares. Después de todo este tiempo, seguimos sin entender (ni compartir) la mayoría de las decisiones adoptadas.
El contrato de lavandería, por el que nuestro personal podrá dejar de usar los útiles, pero infernamente incomodos, monos TYVEK, “avanza adecuadamente”. Lamentablemente, y pese a lo mucho que lo deseamos, no nos lo creemos, pues esta empresa nunca funciona hasta que es tarde. Y, temiendo ese proceder les recordamos que, de no haber lavandería, el uso de monos será evaluado, y los trabajos quedarán GRAVEMENTE restringidos, principalmente por el calor, y la falta de transpiración.
Se buscaron explicaciones a los aumentos de alarmas “bajas” y “altas” en los detectores de óxidos de nitrógeno, no siendo satisfactorias. Quizás los plazos de revisión, el estado de los filtros, o la falta de ventilación en el túnel, tengan más importancia en este caso.
Frente a la mayor medida de protección en garajes y talleres de dresinas, la extracción focalizada desde el tubo de escape, esta compañía sigue procrastinando, o no, pero el resultado es el mismo. Esta medida, que evitaría exposiciones, ropas, obras, protocolos y demás, llegará justo después de las dresinas eléctricas, o nunca.
La solución, para evitar que las dresinas tengan que estar arrancadas en entornos cerrado “haciendo aire”, se volvió a solicitar la reparación de los circuitos de neumática de estos recintos, junto con la adquisición de pequeños compresores eléctricos, para conexión directa. Un tema sencillo, barato y de resultados inmediatos, que alguien ha decidido meter en un cajón.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *