MANIFESTACIONES EN LAS PRINCIPALES CIUDADES DEL PAÍS

Sirva este artículo de Carlos Taíbo de hace casi dos años para ilustrar lo que sigue ocurriendo ahora mismo en Gaza y en menor medida también en Cisjordania.

En Madrid nos manifestamos este jueves, 17 de julio, a partir de las 20:00h. desde Cibeles a la Puerta del Sol: Contra el GENOCIDIO en PALESTINA, contra la agresión sionista y la complicidad internacional, contra la agresión y masacre de un pueblo encerrado e indefenso. Solidaridad Obrera convoca, junto a decenas de organizaciones sindicales, sociales y políticas, a la clase trabajadora a participar en esta Manifestación para que el Gobierno Rajoy deje de colaborar de inmediato en esta masacre.

SOBRE LO QUE OCURRE EN GAZA

En los últimos días me ha tocado escuchar con relativa frecuencia que lo que sucede en Gaza en estas horas -las acciones militares israelíes- es culpa de las milicias de Hamás. O, por decirlo de otra manera, que si éstas no bombardeasen territorio israelí, nada estaría ocurriendo. A ese argumento conviene oponer los que siguen.

1. Malo es que se intente describir un conflicto de largo aliento sobre la base de lo que, en relación con él, ha sucedido en un período de tiempo tan breve como cercano. Para entender lo que ocurre en Gaza en estas horas hay que prestar atención a la historia de Palestina desde 1947, y entonces aparecen con claridad el poderoso y el débil, el invasor y el invadido, el colonizador y el colonizado. ¿Qué diríamos de un examen del desembarco de Normandía que, focalizando en exclusiva la atención en lo que ocurrió aquellos días, interpretase sin más que la Wehrmacht alemana era un ejército que se defendía frente a las iras incontenidas de los comandantes aliados?

2. Es dolosa, en particular, la ignorancia de lo sucedido en Gaza desde mucho tiempo atrás. Parece obligado hablar del hacinamiento de palestinos expulsados de sus casas y tierras, de la represión, la segregación y la explotación. Y en los últimos años del bloqueo. Cuando se decide ignorar todo esto, es muy sencillo llegar a la conclusión de que quienes lanzan esos cohetes son, sin más, locos islamistas que actúan de manera airada y caprichosa. Aunque no tengo intención alguna de defender su conducta, esta última nace de un escenario insoportable, y de un callejón sin salida. Hamás, en singular, es un producto insorteable -tal vez deseado- de la política de Israel. No ha nacido de la nada.

3. Curioso resulta que las más de las veces no se preste atención a una discusión importante: la relativa a la proporcionalidad -a la falta de ella- de las acciones militares israelíes. Ahora como siempre, el número de muertos del lado palestino es mucho más alto que el del lado israelí. El hecho de que entre los muertos palestinos se incluyan con extraordinaria frecuencia civiles inocentes, y niños, nos emplaza ante lo que sólo puede calificarse como terrorismo de Estado. ¿Qué es peor: el terror que ejerce un grupo ‘privado’ o el que despliega una maquinaria estatal que, para colmo, se autocalifica como Estado de derecho y disfruta de un franco reconocimiento internacional? Más allá de lo anterior, conviene recelar de la idea de que Israel no pretende otra cosa que dar réplica a las agresiones que padece: esa cantinela la hemos escuchado muchas veces cuando el objetivo de los gobernantes israelíes era proseguir, sin más, con la conquista de territorios y con su secuela más común en forma de expulsión y exterminio de poblaciones palestinas. Recupérense al respecto las sabias palabras que Noam Chomsky (1) ha difundido las últimas horas.

4. Dejemos las cosas claras: quienes bombardean Gaza son, en realidad, las potencias occidentales. Hace tiempo que éstas otorgaron a Israel un papel relevante: el de gendarme regional que debe acabar con cualquiera que plante cara al proyecto colonial que defienden en la región más tensa del planeta. De ahí, por cierto, el silencio connivente de nuestros gobernantes ante lo que ocurre en Gaza.

(1) La incursión y bombardeo de Gaza no se trata de destruir a Hamas. No se trata de detener el lanzamiento de cohetes hacia Israel, no se trata de lograr la paz. La decisión de Israel a llover muerte y destrucción en Gaza, el uso de armas letales del campo de batalla moderno contra una población civil indefensa, es la fase final de una campaña de décadas para limpiar étnicamente palestinos”. “Israel utiliza sofisticados aviones de ataque y buques de guerra para bombardear densamente atestados campamentos de refugiados, escuelas, edificios de apartamentos, mezquitas y barrios bajos de atacar a una población que no tiene fuerza aérea, ni defensa aérea, sin marina, sin armas pesadas, ninguna unidad de artillería, sin armadura mecanizada, no hay ningún comando en el control, ni ejército… y lo llama una guerra. No es una guerra, es un asesinato”

18/11/2012 | Carlos Taibo

 

Madrid, 15 de julio de 2014

Por Solidaridad Obrera

 

LA JUNTA SINDICAL

MANIFESTACIÓN, DE PLAZA DE CÍBELES A PUERTA DEL SOL, JUEVES 17, 20:00H

 

MANIFIESTO:


 

ALTO AL GENOCIDIO EN GAZA, SOLIDARIDAD CON PALESTINA

#17JSOSGaza

Con el pretexto del secuestro y del asesinato no aclarado de tres jóvenes estudiantes israelíes de las colonias en Cisjordania ocurridos el 12 de junio, el gobierno Israelí ha lanzado una vez más otra de sus operaciones de castigo sobre la población palestina encerrada en la Franja de Gaza. Mientras el gobierno israelí ha incitado a la represalias, los lemas racistas y ataques contra la población palestina se han extendido en los medios y en la calles de Israel, lo que resultó en el asesinato de un adolescente palestino que fue quemado vivo en Jerusalén por unos israelíes ultras el pasado 1 de julio.

El martes 7 de julio, Netanyahu inició una operación militar de gran envergadura contra la Franja de Gaza, satisfaciendo así las exigencias de su Ministro de Exteriores. A lo largo de toda la semana, los bombardeos han sido constantes y han sacudido día y noche todo el territorio de la Franja de Gaza. Los blancos del Ejército israelí han sido los barrios más poblados, golpeando cientos de casas, hospitales, ambulancias, una mezquita a la hora del rezo, un hospital geriátrico, un centro destinado al cuidado de personas discapacitadas, el sistema de saneamiento y de distribución de agua, etc.

Han sido asesinadas cruelmente 178 personas, un 80 por ciento de ellas niños y niñas, mujeres y personas mayores. Hay 1361 personas heridas, con graves quemaduras, miembros seccionados y metralla en todo el cuerpo. Médicos palestinos e internacionales han denunciado que el Ejército de Israel esté utilizando armas de plomo fundido y bombas DIME, que provocan amputaciones y heridas de mucha gravedad. Más de 1255 hogares han sido destruidos 17.000 personas han sido desplazadas a la fuerza y alojadas en escuelas, mezquitas y edificios públicos.

Las masacres civiles se repiten cíclicamente en Gaza. Recordamos con horror la operación denominada Plomo Fundido en la que murieron más de 1400 personas o la de Pilar defensivo en la que hubo 170 víctimas mortales. A pesar de las evidencias, ninguno de los responsables israelíes por estos crímenes de guerra y crímenes contra la Humanidad ha sido procesado. Condenamos estos crímenes atroces contra una población indefensa, así como los ataques racistas del Ejército, policía y colonos israelíes contra las palestinas y palestinos de Cisjordania, Jerusalén Este e Israel.

Esto no es una guerra, es una operación de castigo colectivo por algo que no ha cometido la población de Gaza. Es la política de desalojo a punta de fusil de la población palestina para construir en su tierra nuevos asentamientos israelíes. No se puede equiparar al ocupado con el ocupante. No se puede obviar que Israel incumple decenas de resoluciones de Naciones Unidas y viola sistemáticamente el Derecho Humanitario Internacional y los Derechos Humanos del pueblo palestino, incluyendo su derecho a la autodeterminación. Israel suspendió las conversaciones de paz lideradas por Estados Unidos y no ha parado de construir colonias ilegales en Cisjordania y Jerusalén Este, utilizando a su población civil con fines de anexión territorial. Israel mantiene a más de cinco mil presos palestinos en sus cárceles, muchos de ellos sin cargo ni juicio.

Condenamos la inacción, el silencio, el doble rasero y la complicidad de los dirigentes españoles y europeos que en vez de presionar eficazmente a Israel para que ponga fin a sus crímenes y violaciones de la legalidad internacional, han convertido a Israel en un socio privilegiado en los ámbitos comercial, académico, militar y de innovación. Nuestros gobiernos no han cumplido sus obligaciones establecidas por el Dictamen del Tribunal Internacional de Justicia contra el Muro del Apartheid del 9 de Julio 2004. No han puesto fin al Muro ni a las colonias israelíes en territorio palestino. Cada arma comprada por España a Israel es un arma probada contra los niños y niñas de Gaza. Cada arma vendida a Israel es un arma que será utilizada contra población civil en clara violación del Derecho Internacional Humanitario. Basta de complicidad.

También condenamos la falsa asimetría establecida por aquellos medios de comunicación que equiparan la artillería de uno de los Ejércitos más poderosos del mundo con los cohetes artesanales fabricados por milicias palestinas. Hoy, para poner alto al genocidio del pueblo palestino y acabar con la complicidad de nuestros gobiernos, la ciudadanía se ha movilizado en Barcelona, Bilbao, San Sebastián, Girona, Granada, Pamplona, Málaga, Sevilla, Palma, Santander, y Madrid. En muestra de solidaridad con el pueblo palestino, las organizaciones convocantes y las personas aquí reunidas pedimos al gobierno español y a los gobiernos locales y autonómicos que:

· Condenen enérgicamente a Israel por los crímenes cometidos contra la población civil de Gaza y exijan que pare de inmediato esta ofensiva militar,

· Presionen eficazmente a Israel para que detenga los ataques racistas contra los palestinos y palestinas en Cisjordania, Jerusalén Este e Israel y cumpla con su obligación legal de acabar con la ocupación de Palestina.

· Envíen ayuda humanitaria y exijan que Israel cumpla con el derecho internacional humanitario y que, junto con Egipto, abran los pasos para permitir los movimientos de personas y garantizar el acceso de la ayuda de emergencia y de reconstrucción a la Franja de Gaza.

· Garanticen el levantamiento del bloqueo criminal a Gaza que constituye un castigo colectivo a un millón setecientas mil personas.

· Pidan la suspensión del Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea e Israel como medida de presión para que este Estado cumpla la legalidad internacional.

· Suspendan la venta de armas y la colaboración en materia militar con Israel. Cada arma comprada a Israel es un arma probada contra población civil palestina.

· Apoyen la ratificación del Estatuto de Roma por la Autoridad Palestina para que se puedan llevar a los responsables de los crímenes de guerra contra el pueblo palestino a la Corte Penal Internacional.

ORGANIZACIONES CONVOCANTES:

– Plataforma de Solidaridad con Palestina de Madrid.

– Solidaridad Obrera

– La Comuna

– Izquierda Abierta

Ateneo Popular de Solidaridad entre los Pueblos

– CCOO

– UGT

– Coordinadora de ONGD