COMUNIDAD DE MADRID

CONSEJERÍA DE TRANSPORTES

Sr. Manuel Lamela Fernández

Consejero de Transportes

 

Asunto: METRO DE MADRID DISCRIMINA A LAS MUJERES EMBARAZADAS PARA INGRESAR EN LA PLATILLA

 

Nos dirigimos a usted porque tras presentar tres escritos (los días 28, 29 y 30 de enero) a diferentes departamentos de la empresa, incluido el Consejero Delegado Sr. Ramón Aguirre, exponiendo esta problemática, a fecha de hoy no hemos obtenido garantías de que se eliminará esta vulneración de los derechos fundamentales.

Nuestra compañera Alexandra Pérez Padilla, de 27 años, en febrero de 2007 aprobó una de las plazas de Agente de Taquilla. El viernes 25 de enero de 2008 le comunicaron que el miércoles 30 de enero debía presentarse en la Clínica de Metro para realizar el correspondiente reconocimiento médico previo al curso de formación profesional. Cuando dijo que estaba embarazada le advirtieron que no le realizarían el reconocimiento médico y que debía presentarse en las Oficinas de Cavanilles (1ª planta, Gestión de RR.HH.), donde la expondrían un acuerdo por el cual: se retrasarían sus derechos hasta un mes después de dar a luz.

Es necesario destacar que, en los acuerdos alcanzados por la empresa con la Representación de los Trabajadores para creación de empleo y/o convocatoria de  plazas de nuevo ingreso, no se contempla esa posibilidad; que sólo es fruto de una retrograda y discriminadora mentalidad empresarial. Los participantes en los procesos de selección desconocen con anterioridad esta condición que, con posterioridad y a su libre albedrío, aplica la empresa. No existe en las Leyes, o en la Normativa, precepto alguno que ampare esta discriminación.

El 28 de enero solicitamos una reunión con la Directora de Recursos Humanos (Doña Milagros Ayuso) para abordar este asunto y remitimos a la empresa el primer escrito. No accedió a esta reunión y, en su lugar, el Jefe de la Unidad de Gestión de RR.HH. nos repitió cual era la política de la empresa: no realizar a  las mujeres embarazadas el reconocimiento médico, ni el posterior curso de formación, ni la consiguiente contratación.

Por nuestra parte le expresamos nuestro más enérgico rechazo a esa actitud unilateral que cercena injustamente los derechos de toda mujer, por el hecho de serlo, al empleo. Y vulnera los derechos fundamentales de no discriminación por razón de sexo contemplados en nuestra Constitución y leyes laborales. Porque, con esta medida, está impidiendo el universalmente reconocido derecho de las mujeres a decidir sobre su maternidad sin que ello les suponga consecuencias negativas en el empleo. No se pueden establecer impedimentos para que las mujeres embarazadas puedan acceder al mercado laboral. Es inadmisible que la empresa condicione de esta manera la voluntad de las personas, máxime cuando en los últimos años y en la mayoría de las ocasiones el reconocimiento médico se efectúa muchos meses después de haber superado las pruebas de selección del INEM. A este responsable empresarial le comunicamos la firme decisión de esta mujer de no renunciar a sus derechos, de no retrasarlos.

El 29 de enero presentamos a la empresa nuestro segundo escrito, porque consideramos que es insultante para toda mujer embarazada, y para cualquier persona, la propuesta empresarial de retrasar el proceso de ingreso en la empresa hasta un mes después de que se produzca el parto. Porque humilla a la mujer e impone una pena por su maternidad. A toda mujer embarazada se le puede realizar la casi totalidad de las pruebas médicas del reconocimiento médico que se efectúa en la Clínica de Metro de Madrid, S.A. Por lo que no es aceptable que se argumente que la realización de un reconocimiento médico incompleto y un curso de formación profesional puedan suponer un riesgo para su seguridad y salud. Estas mujeres embarazadas pueden desarrollar las funciones de su puesto de trabajo al igual que cualquier otra trabajadora embarazada en activo. No podemos consentir que se apliquen fórmulas que constituyen un atropello para la dignidad de la mujer y de todo trabajador. La empresa reconoce que ha actuado de esta manera ilegal en 12 ocasiones recientemente, que desgraciadamente nosotros desconocíamos.

Por todo ello, rechazamos rotundamente estos métodos de la Dirección; y exigimos a la empresa que, de manera inmediata y con carácter retroactivo: deje de obstaculizar a las mujeres embarazadas en su derecho a formar parte de la plantilla de la empresa, cumpla con la Legalidad dándoles un trato igualitario al de cualquier otro aspirante y pida disculpas personales a las trabajadoras afectadas por la lamentable situación personal que la Dirección de Metro de Madrid le haya hecho padecer.

El 30 de enero el departamento de Gestión de RR.HH. le comunicó a nuestra compañera que se le realizaría el reconocimiento médico el 31 de enero. En el referido reconocimiento médico, los máximos responsables de la Gerencia de Medicina Laboral, insistieron en la necesidad de la prueba de alergia a metales como requisito imprescindible para trabajar en Metro. Ni siquiera le confirmaron que podría realizar el curso de formación profesional.

La prueba de alergia a metales es una imposición empresarial para los trabajadores de nuevo ingreso en la categoría de Agente de Taquilla desde hace unos pocos años. Nunca ha contado, ni ha pactado con  la Representación de los Trabajadores esta medida, a la cual siempre nos hemos opuesto. Es una regla discriminatoria, ya que la empresa no la aplica a los más de mil trabajadores, de la Gerencia de Operaciones y que manejan dinero en monedas (como son: Agentes de Taquilla, Jefes de Vestíbulo, Jefes de Sector, Subalternos), que llevan años trabajando en la empresa y, por tanto, han estado más expuestos.

Alexandra no tiene enfermedad o dolencia alguna que la imposibilite trabajar como Agente de Taquilla. Además, en el informe de la Vida Laboral y Currículum que facilitó a la empresa se recoge que, durante más de un año, trabajó como Cajera y no ha tenido ningún problema de alergias a los metales. Además, ha conseguido el Permiso de Conducción clase D (autobuses) el 12/11/2007 (cuando ya estaba embarazada) y superó todas las pruebas médicas correspondientes. También a los Servicios Médicos: les ha asegurado encontrarse en perfectas condiciones, que su embarazo es normal, les ha facilitado toda la documentación médica referida a su embarazo, se ha comprometido a facilitarles los resultados de las siguientes pruebas médicas que le efectúen y les ha mostrado su total disposición para que consulten con los médicos que ella tiene asignados para así conocer cualquier aspecto sobre su estado de salud.

Por todo ello, consideramos que no existe, ni debe producirse elemento alguno que imposibilite a Alexandra realizar el curso de capacitación profesional, para poder ingresar a formar parte de la plantilla de la empresa, a la vez que el resto de aspirantes que estaban en su mismo abanico de puntuación.

En todo momento hemos demostrado a los responsables de Recursos Humanos de la empresa nuestra decidida voluntad de tratar este asunto con discreción. Pero, de persistir la empresa en sus impedimentos para impedir su incorporación a la empresa por el hecho de estar embarazada, tomaremos todas las medidas necesarias para salvaguardar sus intereses y para que se respete el derecho de cualquier mujer a ingresar como trabajadora en la empresa, sin obstáculo ilegal alguno. Acudiendo inmediatamente a todas las instancias jurídicas pertinentes y denunciando, si fuese preciso públicamente, esta reprobable ilegalidad.

Usted, apenas hace tres semanas, a resultas del caso de la mujer rechazada como Agente de Taquilla por haber padecido un cáncer de mama reclamó a Metro de Madrid la “revisión de todos los perfiles y restricciones de acceso a los puestos de trabajo”. Y la empresa oculta de manera flagrante una actuación de  discriminación por razón de sexo derivada, única y exclusivamente,  del hecho de ser mujer y muy especialmente de encontrarse  embarazada. Esta postura empresarial respecto a las mujeres embarazadas es una de esas restricciones anacrónicas que aún se mantiene.

ESPERAMOS DE USTED QUE, INMEDIATAMENTE, ACABE CON LA ESPECIAL HUMILLACIÓN QUE SUFRE ALEXANDRA POR EL VEJATORIO TRATO QUE RECIBE COMO CONSECUENCIA DE SU RECONOCIDO ESTADO DE GESTACIÓN; PUES SU VIDA PERSONAL Y FAMILIAR ESTÁ SIENDO ESPECIALMENTE DAÑADA Y AFECTADA POR ESTOS HECHOS. Y LE INSTAMOS PARA QUE OBLIGUE A LA DIRECCIÓN DE METRO A TRATARLA IGUAL QUE A SUS COMPAÑEROS Y LE PIDA DISCULPAS POR TODOS LOS PERJUICIOS QUE LE ESTÁ OCASIONANDO.

 Quedamos a la espera de una pronta y satisfactoria contestación.

Madrid, 4 de febrero de 2008

Por SOLIDARIDAD OBRERA

 

 

 

 

Fdo: Juan A. González Sánchez

Secretario General

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