LA NECESIDAD DE LA ORGANIZACIÓN

Desde siempre, las trabajadoras y trabajadores han sentido la necesidad de organizarse y han luchado para que este derecho básico sea reconocido. En todos los lugares del mundo la primera batalla que plantea el Movimiento Obrero es por la conquista del derecho de asociación.

Las trabajadoras y trabajadores estamos afectados por problemas que nos son comunes y, en consecuencia, no caben soluciones individuales. Por ello, es necesario unir fuerzas mediante la organización, para luchar contra los problemas que nos aquejan y, en definitiva, para luchar contra una sociedad radicalmente injusta, de la que somos las principales víctimas.

Hoy la situación no ha variado sino en las formas manifiestas de explotación. El paro, los salarios de miseria, los contratos basura, la indefensión, el entreguismo sindical, los despidos individuales o colectivos, los recortes de derechos adquiridos, etc., hacen víctima a la trabajadora o trabajador de una situación social injusta con el exclusivo fin de mantener, y aún aumentar, los niveles de beneficios del capital.

Por eso, hoy al igual que siempre, es indispensable la organización para el conjunto de la clase obrera, como única forma de afrontar nuestra situación y cada uno de nuestros problemas que a todas y todos nos afectan y que sólo el esfuerzo compartido los podrá solucionar.

En la actualidad, no se nos prohíbe directamente el derecho a asociarnos, pero se ponen en marcha los mecanismos suficientes para manipular este derecho. Los medios de comunicación, de creación de opinión, son cada vez más determinantes a la hora de cautivar el pensamiento de la clase obrera, en todos los sentidos, y, en este aspecto en concreto, son cómplices de la creación de un ambiente de apatía generalizada y de una competitividad absurda que beneficia exclusivamente a la Patronal y al Estado.

Esta situación de apatía y escepticismo se puede superar participando en la construcción de un proyecto de futuro para la clase obrera, vertebrado por una organización construida por todas y todos.

UNA ORGANIZACIÓN DE LA CLASE OBRERA.

Solidaridad Obrera es una organización de trabajadoras y trabajadores para luchar por la mejora de sus condiciones de vida y de trabajo y, a la vez, avanzar, a través de estas luchas, hacia su emancipación total como clase.

En ella caben todas las trabajadoras y trabajadores por el mero hecho de serlo, sean cuales sean sus opiniones, raza, color, nacionalidad, creencias y demás aspectos diferenciadores de la condición humana. No podrán afiliarse los miembros de las Fuerzas del Orden Público, de ejército profesional, ni de ningún cuerpo armado o paramilitar, público o privado. Tampoco podrán afiliarse aquellas personas que propaguen ideas racistas, xenófobas, nazis y/o fascistas, ni los miembros de sectas, ya sean éstas políticas o religiosas.

Solidaridad Obrera es independiente del Estado y de todo partido político o grupo, por lo que no existen otros intereses que no sean los de las propias trabajadoras y trabajadores afiliados. Estos son los únicos que deciden todas y cada una de las posiciones de la organización ante los distintos temas. Nuestros órganos decisorios, a todos los niveles, arrancan siempre de las asambleas generales de los sindicatos, abiertas siempre a todas las afiliadas y afiliados, sin que ninguna Junta, Comisión o Comité pueda nunca sustituirlas.

La solidaridad de clase es el principio que rige las relaciones internas del sindicato y nuestra más preciada herramienta de lucha. Ante cualquier conflicto o problema en el que pueda encontrarse un miembro, o una parte de la organización, el conjunto de ésta ofrece su apoyo.

Solidaridad Obrera es federalista. Nuestro nexo es el pacto libremente establecido y los acuerdos que de él emanan son los que sirven para hacer frente a los problemas comunes, pero con absoluto respeto a la autonomía de las partes y de los organismos inferiores con respecto a los más generales. Así, se asegura un funcionamiento participativo de abajo hacia arriba.

La acción directa, entendida como la solución de los problemas por los propios interesados, sin intermediarios que los suplanten, es nuestra forma de actuación, ya que nadie conoce mejor sus problemas y las soluciones que los propios interesados.

Federalismo y acción directa tienen como objetivo que la actuación sindical sea, por sí misma, educativa por medio de la participación, de forma que cada día seamos más capaces de afrontar nuestros problemas y, por lo tanto, más libres.

Solidaridad Obrera es internacionalista, buscando la unidad de clase por encima de Estados y fronteras artificiales. Ello sin merma, garantizada por el federalismo, del respeto y mantenimiento de la diversidad, de la personalidad específica de cada pueblo e individuo.

UNA ORGANIZACIÓN JOVEN

Solidaridad Obrera nace como organización en 1990, estando presente y participando en todas las grandes luchas y movilizaciones, sindicales y sociales, desarrolladas desde entonces.

Solidaridad Obrera se declara heredera de los principios que guiaron la Primera Internacional a mediados del siglo XIX, y el anarcosindicalismo en España desde principios del siglo XX.

La práctica de lucha de Solidaridad Obrera es global: no se limita a tomar a su cargo las puras reivindicaciones sindicales, sino que asume la lucha en todos los terrenos que afectan a las trabajadoras y trabajadores a lo largo de su vida.

En este sentido, en el plano social se participa en:

– La lucha antimilitarista, impulsando y defendiendo, la insumisión a los ejércitos y a las guerras hasta su total desaparición.

– Las movilizaciones en la defensa del medio ambiente, contra los desastres ecológicos auspiciados por la acción del hombre y especialmente la energía nuclear.

– Las iniciativas contra la especulación inmobiliaria, apoyando las okupaciones y las luchas vecinales en defensa de viviendas publicas de alquiler.

– La lucha de la mujer, reivindicando la igualdad de derechos y oportunidades. La lucha y la movilización ante cualquier situación de discriminación de la mujer.

– La defensa de los servicios públicos y derechos sociales, como la sanidad, el transporte, la enseñanza, las pensiones, etc., amenazados de liquidación vía privatización o desaparición total.

En el plano sindical, Solidaridad Obrera ha levantado movilizaciones unidas con todas aquellas organizaciones y grupos que así lo han decidido, contra las sucesivas Reformas Laborales y sus consecuencias (precariedad, indefensión, etc.). Así mismo la defensa de las pensiones, del derecho a asistencia médica gratuita para todas y todos, la jubilación a los 60 años, la reducción de jornada a 35 h. semanales, serán reivindicaciones a defender por todas las trabajadoras, trabajadores y estudiantes organizados en Solidaridad Obrera.

En concreto, respecto a la negociación colectiva Solidaridad Obrera defiende:

– Las subidas salariales lineales. La misma subida para todas las trabajadoras y trabajadores con el fin de acortar las diferencias salariales entre las distintas categorías y, a la vez, lograr una mayor unidad en la lucha al reivindicar la misma subida.

– La creación de empleo fijo, contra el aumento de la productividad y competitividad, que sólo significa más trabajo con menos trabajadores. En este sentido, combatimos la precariedad exigiendo mismos derechos y salarios para todos, luchando contra la implantación, incluso vía acuerdo con los sindicatos del sistema, de trabajadores de segunda clase, con menor salario y ningún derecho.

– La reducción continuada de jornada, sin condicionarla a recortes salariales o de derechos.

– El aumento de los periodos de vacaciones, en el mismo sentido que las dos reivindicaciones anteriores, es decir, en el sentido de trabajar menos para trabajar todas y todos.

– La absorción de las contratas, con la asimilación de las trabajadoras y trabajadores de las mismas en las plantillas de las empresas contratantes.

Solidaridad Obrera se presenta a las elecciones sindicales a Comités de Empresa en aquellas empresas o sectores donde así lo deciden sus afiliadas y afiliados, no con fin de “representar” a nadie, sino como método para levantar Secciones Sindicales.

Hoy, Solidaridad Obrera es una organización pequeña, pero reconocida dentro del Movimiento Obrero por su capacidad de lucha y planteamientos abiertos, siendo una de las pocas organizaciones que mantiene todos los frentes de lucha contra el sistema de explotación capitalista.

Además, Solidaridad Obrera impulsó  en su día la construcción de una Caja de Resistencia para apoyar a las trabajadoras y trabajadores en lucha y para defendernos de la represión sindical y social por parte de la Patronal y del Estado. La Caja Obrera de Resistencia es hoy en día una organización completamente independiente de Solidaridad Obrera con sus propios órganos y actividad.

FUNCIONAMIENTO ORGANIZATIVO

La Asamblea General es la base organizativa de Solidaridad Obrera, y está abierta a la participación de todas las afiliadas y afiliados. En ella se toman todas las decisiones, no pudiendo, en ningún caso, ser suplantada por ninguna Junta, Comisión o Comité.

Las Asambleas Generales pueden ser convocadas por las Secciones Sindicales de Empresa u Oficio, los Sindicatos de sector, e incluso, por las Federaciones Locales de Sindicatos.

Todas las reuniones de los órganos gestores de Solidaridad Obrera son abiertas y a las mismas pueden asistir todas las afiliadas y afiliados que les interese.

Toda la estructura organizativa de Solidaridad Obrera, al igual que la toma de decisiones, se realiza de abajo a arriba. En los centros de trabajo las afiliadas y afiliados pueden constituir, si son más de tres, la Sección Sindical en la empresa. También se pueden constituir Secciones Sindicales de Oficio o sector. Todas ellas se organizan dentro del Sindicato de ramo que corresponda. De no llegar a 25 afiliadas o afiliados en el ramo de la producción afectada se organizarán en el Sindicato de Oficios Varios.

Todos los sindicatos de una misma localidad se coordinan en la Federación Local de Sindicatos, a través de la cual organizan las tareas generales y comunes.

Las Federaciones Locales de los distintos pueblos, comarcas o ciudades se federan entre sí a través de los Confederaciones Regionales correspondientes y éstas, a su vez, en Comité Confederal.

El conjunto de la organización se reúne en Congreso, al menos una vez cada cuatro años, para someter a debate toda su actividad, funcionamiento y líneas de actuación, siendo el máximo órgano decisorio. Participan en el Congreso todas aquellas delegadas y delegados elegidos para ello en la Asamblea General de su sindicato. Podrán ocupar cargo en cualquier órgano de gestión, siempre que lo decida la mayoría de compañeras y compañeros; salvo si se perteneciese a cualquier partido político, ya que esta militancia partidista le inhabilita para ocupar cualquier cargo en la organización, según acuerdo de congreso, que recoge experiencias desleales habidas en el pasado.

Todos los cargos son revocables y se procurará que sean rotativos siempre que haya posibilidades para ello.

ANTE LA SOCIEDAD ACTUAL

A nadie escapa que la sociedad actual, si bien conserva su carácter opresor y explotador, ha variado las formas de dominación, incorporando todos los avances tecnológicos, de la psicología y la sociología.

Hoy, la explotación no se reduce a la extracción de plusvalía en los centros de trabajo. La explotación continúa en los barrios y lugares de convivencia, en los locales de diversión, etc.

De la misma forma, la opresión no se reduce a la represión frontal de la policía y demás aparatos represivos del Estado. La enseñanza, los medios de comunicación, todas las posibilidades de manipulación y control, cumplen hoy el papel que en otro tiempo cumplía exclusivamente el palo. Esta represión no afecta sólo a los derechos políticos y sindicales y su utilización individual o colectiva, la opresión actual va dirigida contra la libertad del ser humano, y afecta a todas las facetas de la vida: nacional, cultural, de opinión, sexual, etc.

Todo ello hace que la opresión y explotación actuales sean mucho menos directas, más subliminales, pero a la vez más profundas y anuladoras del individuo; tratando de moldearlo al servicio del sistema imperante, atacando directamente su capacidad de decisión y responsabilidad.

LA FORMACIÓN

Nunca ha sido posible crear una alternativa revolucionaria sin un entorno cultural propio. La importancia de la cultura es hoy indiscutible. Dado que el ataque del sistema contra la clase obrera, sus formas de explotación y opresión, son mucho más dispersas y difusas, se necesita para darles respuestas una militancia, y una clase obrera en su conjunto, mucho más formada, con capacidad de análisis y comprensión de la realidad y, sobre todo con criterios propios sólidamente asumidos.

Por ello, Solidaridad Obrera no busca crecer solamente en número de afiliadas y afiliados, sino que es necesario trabajar por elevar su nivel crítico y porque el máximo número adquiera hábitos de formación permanente.

UNA SOLA LUCHA

Nunca Solidaridad Obrera ha aceptado una división entre lucha económica y política, entre lucha sindical y social, viendo en la parcialización de las luchas una forma de dividir a la clase obrera y de incapacitarla para la revolución social.

En la actualidad han aparecido diferentes frentes de lucha, que no se pueden pasar por alto. El cambio, la revolución, debe afectar a todos los aspectos de la vida individual y colectiva. En este sentido, frentes de lucha como el antimilitarista, antifascista, ecológico, antinuclear, feminista, etc., adquieren cada día mayor consistencia y relevancia.

Es necesario impulsar, día a día, la lucha en estos frentes y lograr que se haga cada vez más global y unitaria, alcanzando su sentido más profundo de lucha contra el sistema en su totalidad. Todo con vista a un cambio revolucionario total, ya que dentro del capitalismo no hay soluciones aisladas a ningún problema.

LA CONCIENCIA DE CLASE

Actualmente, la clase obrera y cualquier postura de cambio social son atacadas por el sistema, aprovechando todos los medios a su alcance para introducir y potenciar la división y la competitividad entre trabajadores. A nivel social, los creadores de opinión, principalmente a través de la radio, prensa y, sobre todo, televisión, intentan cada vez con mayor éxito, conseguir la uniformidad de pensamiento. Así, constatamos la desaparición de la escucha, lectura o visión crítica de las noticias e informaciones con las que nos bombardean constantemente. Cada vez son más las trabajadoras y trabajadores que piensan, hablan, hacen, quieren y desean lo que a través de estos medios se ofrece.

A nivel laboral, con la inestimable ayuda de los sindicatos del sistema, se utiliza el paro, la inseguridad en el puesto de trabajo, los despidos, los contratos basura, la situación de indefensión generalizada, etc., para mantener atada de pies y manos a una clase obrera sumisa y domesticada.

Esta combinación de ataques ha conseguido crear un estado de desánimo y de desengaño entre las trabajadoras y trabajadores, lo que ha llevado a perder organización y combatividad. En definitiva, se esta dando un importante retroceso de la clase obrera en cuanto a clase unificada en torno a unos objetivos propios.

POSTURAS DE LUCHA

Frente a esta situación es necesario reiniciar un trabajo que ayude a reconstruir la combatividad obrera y devuelva a las trabajadoras y trabajadores la confianza en sus propias fuerzas, haciéndoles partícipes de todas y cada una de las decisiones que adopten.

No se trata de un camino fácil, ni de ser más radicales que otros, sino marcarse tareas alcanzables para llegar, cada día, a más trabajadoras, trabajadores y estudiantes, manteniendo, al mismo tiempo, la movilización, como necesaria respuesta a cada uno de los ataques que estamos recibiendo como clase. Por esta razón, hay que sacar la lucha a la calle, recuperarla como espacio de expresión y referencia social.

MÉTODOS DE LUCHA

En todas las luchas buscaremos siempre la máxima participación de las trabajadoras y trabajadores y la extensión de las mismas, como única forma de avance. Los métodos de lucha hay que plantearlos con flexibilidad, valorando la relación de fuerzas y la situación real de la empresa, sector o general; es decir, dependiendo del ámbito en que ésta se realice. Lo que interesa es el máximo desgaste de la Patronal o del Estado con el mínimo desgaste de la fuerza obrera procurando tener en nuestras manos la dinámica y el ritmo de la lucha.

Si bien la huelga total e indefinida sigue siendo la mejor arma de la lucha obrera, su planteamiento, hoy por hoy, es una utopía en la mayoría de los casos. Eso sí, en los momentos de huelga hay que «ir a por todas», sin dejar que se agote por inactividad. Hay que sacarla a la calle con manifestaciones, encierros, concentraciones. Hay que multiplicar la información, dando el máximo de elementos a las trabajadoras y trabajadores afectados y. a la vez, hacer propaganda hacia el exterior. intentando extender el problema y, si es posible, la generalización de la huelga.

Otros métodos de lucha, como el boicot a las horas extras, a los destajos o a determinados productos, el absentismo, el bajo rendimiento, los paros parciales, intermitentes o rotativos, deben utilizarse para desgastar a la patronal y para preparar la situación favorable, a todos los niveles, ante mayores enfrentamientos.

Hay que dejar claro que no basta con luchar una temporada (en el convenio, por ejemplo). El sindicalismo y la lucha obrera es algo del día a día. Cada día hay que defender, consolidar y ampliar nuestra organización y nuestras conquistas. Reducir la lucha a momentos concretos hace retroceder nuestras posiciones e incluso dificulta la propia capacidad de respuesta en lo general y en esos momentos concretos.

NUESTRA PRENSA. PRENSA OBRERA

Las trabajadoras y trabajadores deben decidir. Por ello, uno de los ejes básicos de Solidaridad Obrera es la transmisión de información y de las posiciones del Sindicato ante cada uno de los temas que nos afectan como clase.

Todas las trabajadoras y trabajadores organizados en las distintas Secciones Sindicales, Sindicatos de Ramo o Federaciones Locales pueden participar en la elaboración de los diferentes boletines, periódicos o revistas del sindicato.

Así, desde hace años, se publica por parte de la Sección Sindical del Metro el periódico CONTRAMARCHA. Una publicación de 24 páginas en papel periódico con secciones fijas de información sectorial y también general, en la que se incluyen apartados para difundir y dar a conocer a todas las trabajadoras y trabajadores nuestra ideología anarcosindical y nuestra historia en el movimiento obrero.

El órgano de la Federación Local de Madrid es EL PIQUETE, periódico en forma de tabloide, del que en los últimos años estamos huérfanos.

EL SOLIDARIO es la revista de la Confederación. Quiere tener una periodicidad semestral, aunque hasta ahora la ha tenido anual. Se han publicado 12 números, los dos últimos con un nuevo diseño y con la inclusión de separatas monográficas.

Ademas por acuerdo del IV Congreso se están editando libros considerados imprescindibles para el anarcosindicalismo a un precio muy asequible que están descatalogados y no son fáciles de encontrar en librerías y bibliotecas. Hemos editado “El Proletariado Militante” de Anselmo Lorenzo; “Guerra, exilio y cárcel de un anarcosindicalista” de Cipriano Mera; “Historia del Movimiento Obrero 1900-1936” de Francisco Olaya y “Contratos temporales y precariedad” de José Luis Carretero.

Todas las publicaciones las puedes adquirir en los locales del sindicato (C/Espoz y Mina, 15, 1º izq. 28012 Madrid, Metro Sol, o C/ Valderribas 49 2º Izq. 28007 Madrid, Metro Pacífico). También puedes encontrarlas en las librerías alternativas (Traficantes de Sueños, La Malatesta)

CONCLUSION

Con este documento pretendemos dar a conocer lo que es y lo que quiere ser Solidaridad Obrera. La necesaria brevedad, hace que tenga que limitarse a líneas muy generales en las que puedes encontrar algunas preguntas sin contestar. El contacto con los militantes de Solidaridad Obrera puede ayudarte a conocernos mejor.

La minoría dominante y sus fieles colaboradores (los sindicatos del poder), quieren acostumbrar a las trabajadoras y trabajadores a un sindicalismo en el que su papel se reduce a pagar la cotización y permanecer pasivos, mientras otros y otras deciden por ellos y a sus espaldas.

Pretenden hacer creer que las cosas son así y no pueden ser de otro modo. Se nos pinta la sociedad como una inmensa maquinaria, con su funcionamiento y leyes propias, independientes de la voluntad humana, frente a la cual los hombres y mujeres somos incapaces de cambiar su curso. Desde Solidaridad Obrera, pretendemos romper estas falsas ideas («siempre ha habido ricos y pobres», «siempre ha sido así», etc.) alimentadas por los enemigos de la clase obrera. Por el contrario, consideramos que esta sociedad basada en la injusticia y la desigualdad puede y debe ser transformada, y que para ello es necesario el sindicato, pues:

– El sindicato es la organización de la que se dotan un conjunto de trabajadoras, trabajadores y estudiantes, que se organizan voluntariamente para la defensa de sus intereses como tales y en definitiva, para alcanzar una sociedad sin explotación.

– La sociedad es el conjunto de los individuos que la componen y de las relaciones entre ellos. Que si pretenden presentárnosla como inmensa máquina es para que asumamos que sólo somos una pieza sin importancia y así quedarse con las manos libres para imponer, entre unos pocos, esas leyes y ese funcionamiento que les beneficia.

O lo que es lo mismo, eres libre, puedes construir (o luchar por construir) una sociedad humana justa, igualitaria y libre, donde nada escape a la voluntad de sus componentes.

La libertad y la responsabilidad van unidas. Esa es la opción: asumir la responsabilidad o renunciar a la libertad. Caso de elegir la primera, es imprescindible plantearse la necesidad de la organización. El individuo aislado está mermado en un importante aspecto de sí mismo, pues sólo alcanza su total dimensión en cuanto miembro de una colectividad desde la que plantearse la realización, el ejercicio de la libertad, individual y colectiva.

La idea central de Solidaridad Obrera es alcanzar que nuestra sociedad sea libre, solidaria, sin explotación ni jerarquía alguna, en definitiva una sociedad libertaria.

Salud.

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