TRAS EL HUMO ELECTORAL NOS QUEDA LA LUCHA

Ya paró el bochornoso espectáculo electoral que nada ha resuelto aunque amenazan con seguir siendo actualidad durante los próximos meses, debido a la “ingobernabilidad” que ha dejado los resultados del pasado 20D.

Nada ha cambiado, seguimos padeciendo la misma política, la misma ley del embudo, lo gordo para la Patronal y lo fino para los trabajadores; sigue la represión, los montajes policiales contra quienes luchan, la cárcel para los pobres, la impunidad para las clases dominantes; sigue la devastación de la naturaleza, de sus recursos, el derroche del petróleo y demás energías fósiles; siguen los incumplimientos de las promesas electorales y no municipalizan los servicios públicos que prestan los ayuntamientos, diputaciones o comunidades; siguen haciéndose más ricos los ricos y más pobres los pobres, sigue creciendo la desigualdad. Veinte personas tienen en nuestro país los mismos bienes que las trece millones de personas más pobres.

Esperar que todo ello se solucione por echar un papel a una urna es de ingenuos.

Nos queda como siempre la organización y la lucha. La organización que es algo más que afiliarse y pagar la cuota en un sindicato. Organizarse es participar activamente en todo lo que te rodea en la vida y no quedarse de mero espectador. Es no delegar en otros, si no asumir tus responsabilidades para contigo y para los demás, asumir que no hay salidas individuales pues son falsas, y que sólo las salidas colectivas nos salvan.

Lo más cómodo es no luchar y seguir esperando derrota tras derrota…pero todos sabemos que esta comodidad nos lleva al desastre.

Esto va calando en amplias capas de trabajadores y cada vez son más y más quienes se suman a las dudas contra este estado corrupto e injusto. Cada vez se están levantando más movilizaciones. Sumémonos.

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