Termina el año, pero mucho nos tememos que no han acabado los incumplimientos, requerimientos, actas de infracción, la nueva aparición de sustancias nocivas y el largo etc. que han marcado este 2018 como el peor año en materia de prevención de riesgos. Ha quedado claro que las cuestiones que necesitamos defender en este tema es una labor que debemos hacer los trabajadores de forma organizada. Y que desde Solidaridad Obrera hemos echado el resto, sacando punta a cada punto a cada frase y no bajando la guardia en ningún momento, desde luego esta dinámica de trabajo es fruto del esfuerzo de muchos compañeros y de algunos muy en particular.

Hemos visto que muchos de las denuncias que hemos realizado han avanzado favorablemente, algo que podemos considerar pequeñas victorias, siempre reconociendo que son tristes victorias porque entendemos que la prevención debe ser territorio neutral pero tristemente no lo es. La Dirección de la empresa ha llevado allí sus intereses políticos. 

A día de hoy los incumplimientos en esta materia van abrir vías incómodas, algo que la empresa lleva tiempo preparando actuando de forma proteccionista con la actuación llevada hasta ahora con todo, RADÓN, AMIANTO, PCB y lo que esté por venir. Sera nuestra obligación depurar responsabilidades ya que nadie lo está haciendo, no hay ceses, ni dimisiones, ni reconocimientos de culpa, tenemos compañeros enfermos, otros fallecidos, y un etc .que está por venir y no sabemos qué alcance tendrá.

La legislación no nos ampara, los coeficientes reductores son un sueño hecho para no ser alcanzado. Las estadísticas de siniestralidad, morbilidad y mortalidad en cuanto a enfermedad en el trabajo, están hechas por el mismo servicio que deriva a trabajadores a su médico de cabecera por no encontrar relación en el trabajo con las lesiones. Está claro que quien busca encuentra y quien utiliza la táctica del avestruz es el Servicio de Medicina Laboral. Hemos sufrido la peor de las mutuas, integrada y claramente partidaria de un fin, esconder los problemas y limpiar la imagen de la empresa.

Basta de esta actitud, queremos ceses, dimisiones y una necesaria recomposición del Servicio de Medicina Laboral y del de Prevención. De lo contrario tendrá que ser un juez el que les quite.

En la Comisión de Investigación del amianto en la Asamblea de Madrid, hemos escuchado que Metro es la empresa con mayor número de requerimientos en el estado, algo que les hizo saltar de sus butacas, puede que alguna empresa tenga alguno más, pero no hay nada que celebrar por ello. Es lamentable el volumen de procesos abiertos para que hagan su trabajo, algo que no debería ser así, porque deben PREVENIR, ir por delante.

Este año Solidaridad Obrera ha presentado denuncias en Inspección de Trabajo por multiples temas: iluminación led, punto de parada de tren, cuartos de maquinistas en malas condiciones, Radón, Amianto, PCB, etc. y decenas de escritos que en muchas ocasiones acabarán en denuncias, porque así está marcada la dinámica de trabajo, o se denuncia hasta el final o se entierran los temas, como intentaron con el amianto, o afirmando que las mediciones de Radón en 2001 eran correctas, pese a los cambios legislativos, teniendo que intervenir el Consejo de Seguridad Nuclear, o en la última actuación estelar, diciendo que la exposición a PCB’s era una problemática medioambiental, algo que no coló, y que la Inspección de Trabajo tuvo que poner en su sitio.

Para Solidaridad Obrera el trabajo que nos ha generado todo este desastre es la muestra de estar en manos de quien pese a tener muchos títulos, arrastra un historial de fracasos que no afectan a máquinas si no a trabajadores, convirtiéndolos casi en enemigos de los que prestamos servicio en el transporte público. Por favor, ¡fuera de aquí!

Madrid, 28 de diciembre de 2018

Por Solidaridad Obrera

LA JUNTA SINDICAL

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