COMO SI NO PASASE NADA

Esto es lo que quieren hacernos creer desde el Gobierno, Patronal y sindicatos del poder (tres columnas que sostienen el sistema capitalista). Y lo transmiten a través de todos los medios que tienen a su alcance, que no son pocos precisamente. Disimulan. Pero sí pasa, sí.

La crisis del sistema no tiene fin, ni a medio, ni a largo plazo. Ya tenemos más de cuatro millones de trabajadores en paro y continúan los despidos. Sin embargo estos miserables la quieren aprovechar para dar varias vueltas de tuerca más sobre los trabajadores.

Dicen querer combatir un problema, por ejemplo el desempleo y lo que proponen son despidos más baratos, contratos sin derecho alguno, retrasar la edad de jubilación, prohibir la jubilación anticipada, etc., o sea medidas que agravan aún más el problema. Para reactivar la economía vuelven a lo de siempre, los coches, las grandes infraestructuras y el ladrillo; justo lo que nos llevó al desastre. Nadie piensa en preparar a la sociedad en general para el final de las energías fósiles, final que está a la vuelta de la esquina.

Sólo piensan en aumentar sus beneficios. Son insaciables. En su voracidad desmedida, cualidad que llevan hasta las últimas consecuencias, por lo que no se puede esperar de ellos más que continúen esquilmando el planeta y a sus habitantes hasta que no haya más. No se conforman con la sobreexplotación que ya conocemos, y que padecen miles y miles de trabajadores, quieren más y más. Esto no ocurre, de momento, en Metro y en otras grandes empresas y sectores de la producción donde los trabajadores aún tenemos nuestros derechos, salarios y condiciones de trabajo regulados por convenios colectivos que luchamos y negociamos. Pero también sabemos que no somos impermeables a lo que sucede ahí fuera, donde la precariedad campa a sus anchas, con la inestimable colaboración de los sindicatos del poder (en un pequeño artículo hablamos de las subvenciones que reciben para estar calladitos y actuar de apagafuegos cuando los curritos protestamos).

 

Todo lo que se implanta en el “mercado laboral” acaba de una u otra forma afectando a todos los trabajadores. Esto es un hecho probado. Quien no se lo crea que mire a los compañeros con contrato a tiempo parcial que ya tenemos en Metro y que durante tanto tiempo solo veíamos “por ahí fuera”.

Por ello desde la Soli llamamos una y otra vez a participar activamente en las movilizaciones generales para impedir el avance de las medidas antiobreras. No hay más soluciones que las alcanzadas a través de la lucha colectiva. Quien afirme otra cosa miente interesadamente. O busca el poder, el beneficio propio o mantener sus prebendas. Por consiguiente deberíamos pensar en organizarnos seriamente, empleando los esfuerzos y dedicación que se precisen, y pasar a la acción. Pues el caos del capitalismo está aquí para quedarse, no ha hecho más que empezar y por parte de ninguno de los involucrados en el poder (partidos políticos, instituciones, sindicatos oficiales, organizaciones religiosas, etc.) podemos esperar solución alguna.

¡Otro mundo es posible!: pongámoslo en marcha.

 

♦NUEVO CONTRAMARCHA 50♦